La primera compositora que menciona la historia es SAFO, nacida en Eresó, una de las cinco ciudades principales de la isla de Lesbos, en el mar Egeo, en el año 600 a.C. Safo proviene de familia noble , su padre era un próspero comerciante de vinos.

Se considera la mejor poetisa de la Antigüedad, literariamente es la primera figura histórica femenina y sus valores poéticos fueron reconocidos por sus propios contemporáneos. PLATÓN escribió "Dicen que hay nueve Musas". ¡Los desmemoriados! Han olvidado la décima: Safo de Lesbos."Y ARISTÓTELES dice: "Cada cual rinde honores a sus sabios. Así, los de la isla de Paros enaltecen a ARQUÍLOCO, aunque fuera un blasfemo. Los de Quíos enaltecen a HOMERO, que no era ciudadano, y los habitantes de Mitilene honran a SAFO, aún siendo como era una mujer". La descripción física de SAFO cambia según quien la describe, así el Papiro de Oxyrhynchus la muestra como “de aspecto negligente y casi horrenda porque tenía la piel oscura y su talla era demasiado pequeña”. Sin embargo, para THEODORE REINACH era “una mujer menuda, bronceada, viva, de bello carácter y charla agradable, que vibraba bajo todas las emociones de la naturaleza y del corazón; maliciosa con gracia, amante fogosa, experta en música e innovadora”. Calificada por SÓCRATES como “hermosa”, contando entre sus atributos “el encanto de lo delicado, de lo exquisito y refinado y una lúcida inteligencia a la que la cultura no había falseado hasta el punto de encubrir y disimular la ternura de su alma”. Se cree que a los once años, fue separada de sus padres y sus tres hermanos menores para ser consagrada como sacerdotisa de Artemisa, en cuyo templo desempeñó durante varios años las funciones de su rango.

Poetisa y madre del género lírico, en lugar de continuar con el desarrollo de la poesía épica, dejó de lado la gesta de los héroes para inaugurar la literatura subjetiva, tomando como motivo de su arte su propia interioridad -las batallas no sólo se llevan a cabo en el espacio físico exterior…

Escribió en un dialecto griego, el eólico. Su nombre, “SAFO” en el dialecto en el cual se expresaba significa “transparente”.
Las composiciones líricas de los antiguos griegos no sólo eran leídas, sino también cantadas y acompañadas por flauta, lira o cítara. Quien creaba el poema, componía la música y, en el caso de SAFO, también los pasos de danza.
Por motivos políticos, es desterrada por PITACO, y parte a Siracusa, Sicilia. El exilio le permitió viajar más allá del Egeo e ilustrarse con el contacto de otras culturas. Se casó con KÉRKILOS DE ANDROS, un rico mercader y tuvo una hija.
Durante seis años, se convirtió en el centro del movimiento cultural y artístico en Siracusa, organizando certámenes literarios-musicales, recitales y espectáculos de danza. Posteriormente, fundó la primera universidad del mundo para mujeres. Esa universidad fue pensada para la educación de su hija, pero al contratar a las mejores instructoras de diferentes ramas -arte, técnica, canto, danza y literatura- formó una escuela sistemática a la que bautizó como primera universidad.
KÉRKILOS –su marido anciano- murió, legando a SAFO una fortuna que ella convirtió en instituciones culturales. Erigió una casona señorial a la que llamó Museo, es decir, el lugar de las musas. A lo largo de su vida, fue centro de varios escándalos. Su nombre aunado al de su lugar de origen Lesbos es sinónimo de lesbianismo, pues con toda naturalidad ejerció esa práctica que entre los antiguos griegos era olímpicamente aceptable -tanto en hombres como en mujeres- divulgándola mediante su su espléndida lírica. HORACIO, quien admiró su obra, la llamó “mascula Sappho”, pues aseguraba que la “parte masculina de su carácter explica su amor y la clave para comprender su poesía”.
SAFO escribió nueve libros de odas, epitalamios o canciones nupciales, elegías e himnos, pero apenas se conservan algunos fragmentos de todos ellos. Entre estos destaca la "Oda a Afrodita" . Durante el siglo XX se descubrió un papiro con seis fragmentos de sus poemas y la "Oda a las Nereidas". De sus nueve libros de poemas -muy célebres en la antigüedad- sólo se conservan algunos fragmentos.

De ella ver quisiera su andar amable
Y la clara luz de su rostro antes
Que a los carros lidios o a mil guerreros
Llenos de armas...
La luna luminosa huyó con las Pléyades.
La noche silenciosa ya llega a la mitad
La hora ya pasó y en vela sola en mi lecho, suelto la rienda al llanto sin esperar piedad.
El amor, ese ser invencible, dulce y amargo que desata los miembros, de nuevo acude a mí. El ha agitado mis entrañas como el huracán sacude monte abajo las encinas.
Luchar contra el amor es vano, pues como un niño hacia su madre, vuelo a él.
Mi alma está dividida: algo la detiene aquí, pero algo la hala para en amor vivir...
Vete tranquila.
No te olvides de mí porque sabes, debes saber, que yo estaré siempre a tu lado.
Y si no quieres saberlo, te recordaré lo que tú olvidas: muchas horas felices pasamos juntas; han sido muchas las coronas de violetas, de rosas, de flor de azafrán y ramos de eneldo que junto a mí te ceñiste.
Han sido muchas las veces que bálsamo de mirra y regio ungüento, derramaste sobre mi cabeza. Yo no podré olvidarlo y tú, tampoco.



Cuando PÍTACO levantó el castigo, SAFO tardó en regresar, pues debía cerrar su Museo y abandonar Siracusa.
Al morir su gran enemigo PÍTACO, gran gobernante y uno de los siete sabios de Grecia, SAFO declaró en su funeral:

”Este hombre que fue mi enemigo, ha sido uno de mis mayores benefactores, porque si no, no hubiera andado yo por esos mundos y siendo mi enemigo me quiso y fue sabio y bueno conmigo. Mientras que otros que están a mi alrededor y en mi sociedad, son mis verdaderos enemigos aunque me sonríen y me saludan cuando nos cruzamos en los caminos”.

SAFO murió a lo 55 años de edad. Sus poemas fueron destruidos por intolerancia de cristianos y musulmanes que prendieron fuego a la famosa biblioteca de Alejandría. Se consideró literatura impúdica y se perdió parte irremplazable del patrimonio de la humanidad. A principios del siglo XX, unos arqueólogos hallaron unos sarcófagos en Egipto, dentro de ellos había una trascripción de los escritos de la Décima Musa: Oda a las Nereidas y otros seis poemas mutilados.
Fuente: www.revistadeartes.com.ar

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