Paquita Bernardo nació en Bs. As. barriada de Villa Crespo, el 1 de Mayo de 1900. Fue la primera ejecutante femenina del bandoneón que alcanzó trascendencia artística y actuación profesional destacada. Los maestros Maffia, Garcia y Servidio le impartieron los conocimientos fundamentales; pero fue autodidacta en su perfeccionamiento.

Insólita por lo juvenil, insólita porque no tocaba el piano sino el bandoneón, insólita porque osó ponerse al frente de una orquesta, en la calle Corrientes y en un café.
Paquita Bernardo es el más claro ejemplo, en Buenos Aires, de un fenómeno universal: la rebelión mujeril post gran guerra. Las mujeres se cortaron el pelo y se acortaron las polleras. Las mujeres de las ciudades salieron a la calle a trabajar. Así expresamente "salieron a la calle". Porque antes trabajaban adentro de sus casas o de la casa del patrón de turno. Hilando, tejiendo y cosiendo se ganaron siempre la vida las mujeres, cuando no salían a ganarse la vida, cuando no salían a la calle, pero igual mantenían el hogar.
Mujer de esa época y de ese temple fue Paquita Bernardo, el primero y único bandoneón femenino profesional.
En 1921 se presento al frente de su orquesta en el Bar Domínguez, con Elvino Vardaro y Alcides Palavecino (violines), Osvaldo Pugliese (piano), Miguel Loduca (flauta) y Arturo Bernardo (batería). En 1923 realizó una prolongada y exitosa labor en Montevideo.
Paquita actuó en el teatro Smart, en el fin de fiesta de la compañía de Blanca Podestá; realizó una exitosa temporada en Montevideo, presentándose en una confitería de la avenida 18 de Julio y otra del Rosedal. En homenaje a la ciudad compuso su vals Cerro divino. En 1923, en la Gran Fiesta del Tango organizada por la sociedad de compositores en el Teatro Coliseo, fue Paquita Bernardo la única mujer entre cien músicos que improvisaron una descomunal orquesta. Sus composiciones tuvieron repercusión: Floreal se lo grabó Juan Carlos Cobián; Soñando con versos de Eugenio Cárdenas y "La enmascarada" con versos de Francisco García Giménez, los cantó Gardel. La muerte de Paquita Bernardo, en Buenos Aires el 14 de abril de 1925, a la prematura edad de 25 años provocó una manifestación de duelo tan multitudinaria como la de sus presentaciones.

Fuente: www.geocities.com

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